Luis “El Gallo” advierte moriría democracia participativa con excluyente Ley de Partidos

El presidente de la Unión Demócrata Cristiana -UDC- Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo”, consideró hoy que se pone en peligro la democracia y las instituciones, cuando por presión extranjera se quiere impulsar una ley de partidos que cercena la representación popular.

Afirmó que los representantes de la sociedad civil, impulsados por el brazo político de la embajada norteamericana, el USAID, quieren la ley de partidos para eliminar a los grupos emergentes y comunitarios, y manipular a su antojo los torneos electorales.

El abanico de los  partidos, representantes de ideologías diferentes, de intereses distintos, organizando  a segmentos variados de la población, es lo que da firmeza a la democracia, y no que a golpe de recursos económicos se pretenda fijar el bi-partidismo en el país.

Por el contrario, lo que se tiene que hacer, dijo Luis “El Gallo”, es facilitar que todos los partidos que pueden cumplir con la ley electoral vigente puedan participar en los torneos electorales y que sea el pueblo quien determine el futuro de cada cual.

Una ley de partidos, dijo, hecha a las sombras y movida por intereses extranjeros sólo va a servir para dar una puñalada trapera a la democracia dominicana, que necesita participación y no exclusión.

Recordó que en varias ocasiones la UDC ha fijado bien clara su posición de que una nueva ley de partidos políticos no representa el interés nacional, y más bien es una confabulación de los que piensan que a ellos les pertenece el presente y el futuro nacional.

Añadió que desde su fundación, la UDC está luchando sin recibir el oro de embajadas extranjeras, para mejorar las condiciones de vida de los más desamparados del país, desde las niñas embarazadas, los que no tienen actas de nacimiento, los campesinos sin tierra para cultivar, los jóvenes sin estudios y la prevención de los actos delincuenciales.

Enfatizó que el camino y el futuro de la UDC no va estar supeditado al pensamiento grosero de lo que sin ir a las calles y escuchar el sentir popular, quieren jugar con la democracia, imponiendo criterios que les son dictados por sus amos  extranjeros, sin tomar en cuenta las necesidades del país.

Defenderemos nuestro derecho de existir en el terreno político y comunitario por los métodos y las formas que dicten las circunstancias, y nos vamos a oponer a esa ley de partidos que impulsa el brazo político de la embajada norteamericana, el USAID.

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